FHC NOS OFRECE UNA SEMBLANZA ESCRITA POR SU HIJA.
Agradezco a los familiares, amigos y otras personas que me han alcanzado el aliento para atenuar la pena por el fallecimiento de Viviana, hija tan extraordinaria a quien quise con toda mi alma. De ella transcribo sus últimas palabras que me expresaron su afirmación por la y vida y su lucha constante por la reivindicación de la mujer peruana en toda la extensión de la palabra.
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YO SOY VIVIANA PALOMA DEL ROCÍO HUAMÁN ABAD
No es una despedida, esta palabra es un abrazo, un saludo y un cariño a los parientes, amigos, a las madres y a las mujeres del mundo.
Yo soy Viviana que reafirmo la vida cotidiana y he luchado con denuedo por los derechos de la mujer, de la madre, de la esposa, de la amiga, de los migrantes, he luchado y sigo en contra de la muerte, del odio, de la injusticia y de la discriminación.
Y aunque mi nombre es Paloma no es que mi vuelo sea una despedida, estoy llegando al corazón de la mujer aguerrida contra la enfermedad, el odio y la maldad. Estoy entre las ramas de los árboles tejiendo nidos de amor en el corazón de los hombres.
Lucho por la igualdad y el derecho de las mujeres y mi palabra es el Rocío que se convierte en pan, en libro, en sueño y estoy con el poeta Juan Izquierdo que decía (del rocío): qué curioso cómo en la punta de una débil hierba caben el sol, el cielo y el río.
Porque la mujer es un sol cuando da la vida, luz y esperanza, criando a los hijos; un cielo cuando no hay límite para el cariño, y es vida porque es un río que nunca detiene su corriente.
Y por esta misma razón, yo crucé mares, trasmontando cordilleras para sembrar en los surcos de España a mis niños Laura y Marc que siempre estarán conmigo así en el presente y en el recuerdo. Yo no me voy, no me iré y ni he ido. Estoy abrazando a cada uno con mi cariño.
Mi apellido es peruano, Apu de los Andes, lleno de oro, plata y cobre, Huamán, cóndor que gana infinitos con su vuelo y ha dominado desde siglos el trabajo solidario en igualdad y justicia: uno para todos, todos para uno y todos para todos.
Somos milenarios de mar, de montañas y selvas misteriosas, por eso escribí : VICUÑITA DE FUEGO, EL ENCANTO DE LA MINA y EL SECRETO DE LA SELVA; teniendo en cuenta siempre que al lado del pan, está el libro para los niños: LA GRANJA DE LAS LETRAS
Y soy Viviana Paloma del Rocío Huamán Abad y por Abad me reafirmo cristiana siguiendo la senda del que entregó su vida clavado en una cruz coronado de espinas pregonando amor por los pobres del mundo. Y aunque mis restos se queden en esta tierra, yo con el Quijote seguiré con mis sueños, cruzando vientos y trinando entre los follajes de la vida.
Viviana Huamán Abad
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