PROGRAMA 1294
DE VIERNES LITERARIOS.- 10 DE JULIO 2020 / 7 P.M./ DESDE EL CENTRO DE
OPERACIONES VL (COVIL).
I PARTE:
- RECITAL
POÉTICO CON ÁNGEL VALERIANO, DANDY BERRÚ Y SANDY ISLA.
II PARTE:
- HOMENAJE A
ABELARDO GAMARRA AL CONMEMORARSE EL XCVI ANIVERSARIO DE SU PARTIDA.
MÚSICA:
SHIRLEY.
CONECTARSE A:
http://viernesliterarios.blogspot.com
PROGRAMA 1294 DE VIERNES LITERARIOS /
10 DE JULIO 2020
(CENTRO DE OPERACIONES DE LIMA-PERÚ)
EMPEZAMOS CON
EL PENSAMIENTO DE LA SEMANA:
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“ANALFABETO ES AQUEL QUE NO SABE ESCRIBIR NI LEER; PERO MÁS
ANALFABETO ES AQUEL QUE SABIENDO LEER, NO LEE”.
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EL RINCÓN DEL RECUERDO...
EL RINCÓN DEL RECUERDO...
GRATITUD AL ALCALDE DE LA MUNICIPALIDAD METROPOLITANA DE LIMA, DR. ALBERTO ANDRADE, POR EL APOYO BRINDADO A VIERNES LITERARIOS CON LA DIFUSIÓN DE LA PROGRAMACIÓN E INCLUSIVE CON LA CONSTRUCCIÓN DEL AUDITORIO "VALLEJO"-
A LA VISTA LA PROGRAMACIÓN DE JUNIO DEL AÑO 1999.
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GALERÍA...
OBRA: "EL TALLER"
ARTISTA PLÁSTICO: ALFREDO ALCALDE
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RECITAL POÉTICO
ÁNGEL
VALERIANO SAAVEDRA (Ferreñafe-Lambayeque.
22/04/1992)
FOTO: RODOLFO MORENO
El inicio en la literatura,
fue con las plaquetas de poesía “Agonía” y “Sombra” (2011). El 2013 pública
otras dos plaquetas de poesía “El Cuerpo Aliado del Reo” y “…”. Ese mismo año
fue Co-conductor del programa radial “Buscando Nuevos Líderes Peruanos” (Radio
Obras-RBC). El 2014 publicó su primer poemario “Charcos de Sangre”. El 2016
Cofunda el periódico “Generación Desconocida”, cuya participación se limitó
solo a la primera edición. El 2017 es Panelista en el programa de Tv digital
“Déjame Que Te Cuente Perú”, durante su participación en el Colectivo Javier
Prado. Publicó su segundo poemario titulado “Crepitaciones de la Carne” (2017).
Desde marzo de 2018 es
director de la Revista multidisciplinaria “La Voz Ausente”. Entre el 2018 y
2019 conduce el programa de entrevistas “Confidencias en el Tiempo”, en HCM
Radio TV. El 2020 publica su tercer libro, el primero de narrativa titulado
"Relatos Esquizofrénicos".
POSTRE MALDITO
Al
fin del almuerzo nocturno
cuando
los pájaros negros toman la siesta
y
duermen pensando en su desayuno,
es
cuando los obesos
gordos
de bolsillos llenos
se
alimentan del postre maldito.
El
postre de sangre,
de
sudor que el pueblo ha expelido
el
postre de órganos podridos
que
ellos,
los
mismos hambrientos
los
escuálidos vendidos
abastecen
la cena del patrón maldecido,
al
fin del almuerzo el postre se sirve
en
platos de loza fina,
en
tazas de vidrio endurecido
y
se come con paciencia
con
ganas de aquellos que nunca han comido,
célula
por célula
tejido
por tejido
así
se alimentan los cerdos,
bajo
el techo de un palacio
donde
a las seis de la mañana no canta el gallo
mas
bien, ladran los perros hambrientos
con
sus hocicos enmudecidos
y
gritan los mendigos pidiendo pan y vino,
pero
para los gordos llenos de bazofia
los
gritos y los ladridos son solo ruidos
que
piden auxilio,
y
que se contentan con un pedazo de carne
y
una copa de ron con sabor a pisco,
mientras
tanto ellos disfrutan su postre maldito
ese
mismo que cuando menos lo piensen,
les
hará vomitar su corazón, su alma y sus intestinos.
(Del
Libro “Charcos de Sangre”)
SUDORACIÓN
Desnuda
mi deseo y hazlo tuyo
engendra
un nuevo demonio dentro de mi
soy
una crepitación que humea
un
fuego silencioso
que
busca quemar todo lo mísero que hay aquí.
Mi
deseo lascivo y vituperante
es
una congoja en el pecho del cazador
al
matar la presa y sentir remordimiento
es
ese crispar de bellos
mi
sentimiento muerto
una
sudoración demasiado profunda
para
una conciencia muerta.
Es
todo esto la ceniza esparcida
desparramada
fuera del fogón
donde
buscan alimento las gallinas
y
rascan la tierra
para
que sangre de alimentos la herida.
Desnuda
mi deseo y acaricia su barriga
las
tripas son el alimento sagrado de mi poesía
porque
no existe el cielo,
sin
los que estamos abajo mirando hacia arriba.
Así
que desnuda la soberbia del rico
desnuda
la impotencia en la mano del pobre
porque
demasiada ausencia humana hay,
en
el corazón del hombre.
(Del
Libro “Crepitaciones de la Carne”)
AFERRADO
Volveré
dijo
en su huida
el
poeta que nunca fue,
volveré
a cantar creyendo que nadie oía
volveré
a soñar
creyendo
que aún dormía
volveré
a mirar por la ventana
la
oscura ilusión
de
un joven intentando hacer poesía
volveré
a pensar
pensando
que vivía,
volveré
aquí
solo
para recrear alguna eludible fantasía
volveré
a divertir a las sombras
dijo
en su huida
el
poeta que nunca fue
volveré
para exprimir las hojas
hasta
que destilen versos
de
genuina rebeldía
volveré
dijo en su huida,
creyendo
que huir podía.
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DANDY BERRÚ CUBAS (Lambayeque – Perú)
Docente
y escritor lambayecano. Perteneció
al Grupo literario “Arboleda”-1994 -1998. y
fundador del grupo DKVZA.1998 –Miembro fundador del “Conglomerado
Cultural”-2004. Actualmente preside APLIJ-Lambayeque. Desde el 2017, publica en
el Dominical del Diario “La Industria”, Semanario “Expresión”, Revista
“Jarchas” de la Universidad “Señor de
Sipán”, Revista “Umbral”, de la U.N.P.R.G.-Lambayeque, Revista
literaria Internacional “ON”. Figura en
diversas antologías de narradores de Lambayeque. Ganador de diversos concursos
literarios. Premio en la 1ra.Bienal de cuento y poesía (1995), RENOM., 1ER. Puesto
en Narrativa Andina- Cutervo Cajamarca. 2do.Puesto en el Concurso Nacional,
“Escribas Muchick” (2007). Cuento. - Concurso Nacional, Premio “HORACIO” (2012).
1er.Puesto en Narrativa,convocado por la Derrama Magisterial. 1er. Puesto en el
Concurso de Poesía docente, “A mamá” (2013), I.E.”AMAN ATIM”. Ha publicado en
narrativa: “El Shulka y otros cuentos” (1998), “La Decisión final” (2001), “El rojo placer de las flores”
(2006), “La Cuchara de papá” (2013), “Crispín, un chico con agallas” (2019.-
cuento infantil). En Poesía: “Corpus de papel” (2004).
Poema
VII a Soledad Buenaventura
“La soledad es
un consuelo para un alma entristecida,
que aborrece a
los que la rodean
igual que un
ciervo herido abandona su rebaño
para refugiarse
en una cueva en la que soñará o morirá”.
(Jalil Gibrán)
Soledad Buenaventura
Nació como yo
Nació como tú
Más no como Él
Por la abertura de un fosco
Túnel
sin salida
La encontraron
Sentada
sobre sí
Leyendo
poesía
Su
rostro no entregaba
Rastro
ni huella alguna
De
haber estado poseída
Por los
dioses
O ese
extraño numen
Que le
invade a uno
Al beber
los dionísicos tragos
Sus
claros ojos reían
Con la
triste quietud
De sus
labios broncos
Risa de
cascabel
Prisionera
de ilusiones
De la
humanidad devoró
Sus
carnosos frutos
Pródigo
ser
Cargado
de mundanales goces
Su piel
broncínea
Salpicaba
la leyenda
Sobre
la que tendió su cuerpo
Cuerpo
de mujer de mundo
De
mujer de llantos ahogados
En la
que su corazón
Baña
sus níveos sueños
En el
crepitante fuego de los avernos.
Sus
laxos dedos puntiagudos
Recorrían
sus cabellos largos
De la
forma más extraña
Que
jamás se haya visto
Desde
las puntas
Hasta
la cabeza
Invertidamente
al compás
Del
ritmo musical de su lectura
Cuando
algo la llenaba de impresión
Se los
cogía fuertemente
Tirando
hacia arriba
Tal
cual arrojan sus plegarias
Los
desposeídos del reino
Los inmunes perpetuos
De las
flores del mal
Cuando
hallaba algo que la tendía de ternura
Garabateaba
con sus dedos
Hasta
enredar su vello
Con los
hilos del placer
Cuenta
la secreta historia
Que su
terso pubis
Jamás
conoció el ocaso
Ni la
depresión inexacta
Que
cual rayo de luz
Atraviesa
perpendicular
A su
parejo talle.
Su
nombre de Ave Fénix
Fue
siempre para mí
Un
oasis de luz
Rodeado
de penumbra
Algunas
veces
Los
hombres fueron para ella
A
imagen y semejanza de Él
En
otras
Un
pasajero más en su peregrino andar
Rara
vez halló uno
En la
plenitud de la palabra
Lo
simpático que fue una vez lo encontró
Saltando
el umbral de un viejo manicomio
Otra
vez por casualidad
Encima
de una plazoleta
Bramando
en rebelión
Trocando en su
poesía
Terminaba
de recitar
“El
Poema VII a Soledad Buenaventura”
Y los pájaros
graznaban
Al
terminar de escucharle
Recogió
de él
Material
suficiente
Para
encender el poema
Y alas
al viento
Agitar su canción
Aquella
que nunca fue oída
En los
teatros
Ni en
los conciertos
Ni en
discotecas
Ni en
las cantinas
Mucho
menos en palacios
De
dudosa procedencia
Solo el
oído de un corazón
Como el
de ella
Podría
percibir la magia
De tan
paradisiacas notas
Cabalgando
el aura con sus niños
Y los
lagos con sus gansos
Un buen
día las gentes me dirán:
¿Quién
eres tú?
Yo solamente
les diré
Que
siempre fuiste la misma
Que
existes en mi lengua por nombrarte
Por
soñarte en mis cabellos
En el
viento por sentirte.
Así era
Soledad Buenaventura
Que un
buen día
Nació
como yo
Nació
como tú
Más no
como Él
Pues
del día que dejó de existir
Aún
nadie sabe nada
Absolutamente
¡Nada!
DE LA TORMENTOSA LLUVIA Y NOÉ
DE REHÉN EN SU PROPIA ARCA
La lluvia cae
Tropezando con el viento.
Loca feroz se lanza
Sobre la espalda de la floresta.
Noé ruge un carajo
Levantando sus faldas
Para orinar.
En la soledad de la habitación,
Una gotera.
Una gotera en el tejado
Marca el paso de las horas
Atrapadas en las agujas del
Viejo reloj.
En la sala de reposo
Un cuadro al óleo.
La vieja Taurus descansa
Plácida,
Trajinada.
El pico del cuervo
Se atraganta con su garra
Y huye de escena despavorido.
O sea
Hace mutis.
La paloma de Castilla
En pleno vuelo
Consecuente con la historia
El infaltable ramo del olivo
Extraviado luce
Sobre el fondo
De un deslumbrante arco
De colores
¡Cuelga!
Noé acaricia con la ternura de un
vagabundo
Su glacial vejez
Su nacarina barba de patriarca.
Se sumerge
En la tranquilidad
De una hamaca que lo mece
Noé no cree en diluvios
De cuarenta días
Y cuarenta noches
Pero si en las cuarenta hembras
Que marcharon por su cuerpo
Cuando la primavera lo mimaba
Mordisqueándole su oreja putañuda.
Con suma paciencia
Noé enciende su habanero
Mientras oye la lluvia correr
A campo traviesa.
Con
el ojo clavado en un cristal
Piensa
largamente Noé
En
como curar para mañana
La
grave avería
De
su doméstica arca.
EPÍSTOLA
Desde mi
habitación, en algún lugar del mundo.
Querida:
Te escribo esta
carta
Que no es de
amor
Ni es de odios.
Es una carta de
silencios mutuos.
Sí.
Pues el silencio
También se
escribe
Sobre las líneas
de un papel
De carta.
CIUDAD DEL OLVIDO
En la ciudad del
olvido
El ocaso eclipsa
Preñado de
recuerdos
De mala gana
trasciende
La ignota
existencia de vuestro Dios
Tan Irresistible
a sus leves encantos
El manto
ponzoñoso del castigo
Recorre cada una
De las veredas
tránsidas
De los que no
tuvieron piedad
Para tomar por
asalto
La cima de esta
atolondrada ciudad.
La plebe brama
hasta convulsionar
En las tardas
orejas del villano
¡Cuántas veces,
oh, tirana ciudad
Les negaste tu
prístino beso
A tus heroicos
guardianes!
.
¡Cuántas veces,
oh, tirana ciudad
Dejaste ver tu
desnudes
A quienes
Nunca se
atrevieron
Fornicar tu
idolatrado cuerpo!
Tu impura
inocencia gime
Colgada en las
bajos fondos
De la infamia
Tu nombre de
averno y
alcurnia
Te lanzan a
cazar marginales
A esa estirpe
que inventaste
Para que
creyeran que de veras
Eres incapaz de
hacerles daño
Con tu solo
mirar
Cuanta camándula
Acariciando la
faz de la deshonra
Cuanta deshonra
Acariciando la
faz de la camándula
La vergüenza más
impropia que ajena
Precipita su
bienamada nostalgia
Por la
subterránea penumbra
De sus
callejones sin salida
Ocurre que la
heroicidad
Empuña su mano para hablar
Más no habla
Lo que le
pidieron hablar
Solo
profanamente
Echa a andar
Discursos que le
dicta la vida
Entre pantanos
de martirios
Cuenta una a una
las fantásticas historias
Jamás contadas
Del cómo salir
o llegar hacia ti,
Majestuosa
ciudad
La insensatez
transita ligera
Tus densas
callecillas
Tus rincones
exudando ayes
Tus esquinas
anunciando
Humo negro por
doquier
Tu ladrillo
sobre aquel muro
Grafitea la
sapiencia
Tus cielos con
el diablo culo abajo
En cada uno de
los que te habitan
Revive en su
Cuerpo de
lejanos mundos.
Uno tras otro
Mala sangre.
Mala sangre.
Arrásense
calamitosamente
Como truenos
reventando
Montañas de
sinrazones
Hasta
desquiciarnos completamente.
Solos frente al
batallón del mundo
.
Enfureces ciudad
de ciudades
Plagada de
falsas luces y colores.
Jamás existieron
tales artificios
Daltónicas retinas
Las inventaron
En el lapsus
perpetuo
Sin
oficio ni beneficio
Levantan los
poetas sus poemas Flameando
en el mástil
De la exacta melodía
¡Ayy Poetas,
Poetas, cómplices perpetuos
De sus gustos
mediocres
Sus adulones
silencios
Los terminan por
delatar
La vida tiene un
gramo de gracia
En la arcana
ciudad.
Ladran tus
perros
Con sus aullidos
Que enternecen
la jauría.
.
Seguimos
avanzando Sancho
La historia
sigue su curso
En la gran
ciudad
Pero lo que no
sabes
Grandísima
ciudad
Es que mis ojos
huyen de ti
Hasta perderte a
través de mis gritos.
Un corazón
late
Poblado de presagios
En esta iracunda
Como
indoblegable ciudad
¡Pronto! Pronto!
Con audaz prontitud
Ahora que aún te
alcanzan los sueños
Para elevar tu
macizo brazo
Sobre la frágil
base
De sus
columnas enmohecidas
Palpita en la
memoria del corazón
El radiante manto
De la razón
sin olvidos
Ante la
refulgente luz
De los que
mañana alumbrarán
Las extensas
avenidas
De una nueva Gran ciudad.
SANDY
ISLA (Lima – Perú)
Escribe
poesía y narrativa, docente de Educación Física, doctor en Gestión y
especialista en pedagogía, entrenamiento deportivo y evaluación. Catedrático de
pre y posgrado. Ha sido consultor para la elaboración de diseño del Currículo
Nacional para Educación Física, Plan de Fortalecimiento de la Educación Física
(MINEDU) y elaboración de los estándares de aprendizajes en este campo.
Ha
publicado en coautoría de la doctora Yudith Alata Cusy el libro para Docentes de
Educación Inicial: “Psicomotricidad para Niños de 3, 4 y 5 Años” (2018).
AL TUNANTE
A Abelardo Gamarra
Al serrano, tunante y forastero
costumbrista como nadie
llegaste sin nada a Lima pasajero
como lo hicieron nuestros padres
Activista, guerrillero y periodista
Estuviste en el Callao, San Juan y Miraflores
Fuiste parte de la resistencia misma
En el Norte y Centro de Perú, señores
Cuando llamó la patria a defenderla
Estuviste en el frente compañero
Como te dolió en el alma la posguerra
Cual golpe del martillo al hierro
Llamándole a nuestro baile marinera
Decidiste elevar los pañuelos por el guerrero
Pintando peruanidad como si fuera
La concheperla el pincel de Martin Fierro
Volverás a la “Tierra clásica de Patriotas”, Huamachuco
Verás tu casita embargada de la sierra
Ya no serás el niño que con el indio juega
Ahora hecho hombre harás surcos de amor sobre la tierra
Rendirte homenaje al intelectual no interesa
Son muchos que guardan silencio sepulcral
El poder a la intelectualidad del pueblo no le reza
En la capilla ardiente del hombre humano inmortal
Y para terminar…
El amauta se refirió a tu pluma
Como diáfano rocío de pureza
Abelardo Gamarra vivirás en esa…
Tu patria provinciana.
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HOMENAJE A
ABELARDO GAMARRA
“EL TUNANTE”
Abelardo Manuel Gamarra Rondó, “El Tunante”, nació en Huamachuco el 31 de agosto de
1852. Sus padres fueron: Manuel Guillermo Gamarra y doña Jacoba Rondó. Inició
sus estudios en el Colegio ´de San Nicolás de su ciudad natal. Luego se
trasladó a la capital del Perú donde cursó secundaria en el Colegio Nacional
Nuestra Señora de Guadalupe. Ya en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos
realizó sus estudios en la Facultad de Letras y Ciencias.
Incorporado a
la redacción de El Nacional en 1875
y, desde ese momento, se consagró al periodismo, haciendo populares los
seudónimos Último Harabicu y el afamado epíteto de El Tunante, que empleó en creaciones
literarias y en artículos satíricos y de costumbres, respectivamente. Se entregó de lleno al periodismo y a sus
actividades de escritor y de crítico literario.
El 20 de septiembre de 1876, año en que
publicó su primera obra costumbrista “El Tunante en camisa de once
varas", de tono burlón y risueño, adoptó el seudónimo "El
último haravicu" y recibió el "Santo Sacramento del Bautismo
Literario”, en la velada literaria de la casa de Juana Manuela Gorriti, en
donde la ensayista Mercedes Cabello fungía de madrina y el poeta Manuel Adolfo
García de padrino; don Ricardo Palma ofició de párroco.
Usando el seudónimo de "El
último haravicu" rubricaba sus poemas y con el de "El Tunante" sus
relatos costumbristas. Sus artículos periodísticos tomaron notoriedad; uno de
ellos, titulado La Rabona, llegó a ser reproducido
en el periódico oficial en homenaje a la mujer peruana y el publicado con el
nombre de Los Cholitos dio lugar a un
decreto prohibiendo el tráfico que se hacía con los niños de los indígenas
(Basadre). Escribió también en los diarios "El Perú Ilustrado” y “La
Prensa".
Participó activamente
durante la Guerra del Pacífico: en 1880, en la defensa del Callao contra el
bloqueo de la escuadra enemiga y posteriormente en las batallas de San Juan y
de Miraflores, en 1881. Se incorporó al movimiento de resistencia que desde
Trujillo dirigía el Contralmirante Lizardo Montero y fundó en Huamachuco el
periódico La Bandera del Norte para
alentar el sentimiento patriótico de la resistencia durante la Campaña de la
Breña (1881 - 1883). Actuó inclusive como secretario del Brujo de los Andes, Andrés Avelino Cáceres.
En 1883 fue elegido diputado por
Huamachuco y participó de los debates del congreso reunido en Arequipa, y funda
el diario La Integridad, que llegaría a
editar por más de 30 años después de reaparecer en Lima.
En 1884 por su campaña periodística contra el gobierno de Iglesias fue
deportado al Ecuador, fugándose en Salaverry junto con el coronel Justiniano
Borgoño, a cuyo lado había estado en 1881, plegándose al movimiento de
resistencia que Andrés Avelino Cáceres mantuvo en el norte. En Huamachuco se
casó con doña Antonia Cisneros Zorrilla, nació su hijo Armando.
Fue un escritor, periodista, político y compositor peruano, llamado «el escritor del pueblo» por Ciro Alegría, y «el
escritor que con más pureza traduce y expresa a las provincias» por Mariátegui. El 8 de marzo
de 1879, Gamarra bautizó al baile nacional peruano como «marinera». También es autor de la marinera La Concheperla.
Participó
la Guerra del
Pacífico, ayudó en la
defensa del Callao contra el bloqueo de la
escuadra chilena en 1880. Luego concurrió a la batalla
de San Juan el 13 de
enero y a la batalla de
Miraflores el 15 de
enero de 1881 y luego en la campaña de
resistencia organizada
por los pueblos andinos del centro y norte del Perú entre 1881 y 1883.
El triunfo de Cáceres sobre Iglesias
le permitió a Abelardo Gamarra retornar a Lima, a fines de 1883, y volver a
ocupar su puesto en el diario El Nacional. Sin
embargo, se separó de este diario cuando este empezó a defender el denominado
"Contrato Grace".
En 1889 hizo reaparecer en
Lima La Integridad como semanario de oposición e hizo
eco de las prédicas radicales de don Manuel González Prada. Por tres décadas
con La Integridad y con 50 años de labor periodística
se acercó siempre al pueblo, dedicándose a sostener la verdad de su pensamiento
y formular las ansias de su patriotismo (Federico More, Buenos Aires, 1924).
Quiso hacer obra netamente popular y contribuir a elevar el nivel moral,
espiritual y social del país según el historiador Jorge Basadre. José Carlos
Mariátegui se refirió así: "El Tunante" quería
hacer arte en el lenguaje de la calle. Su intento no era equivocado. Por el
mismo camino han ganado la inmortalidad los clásicos de los orígenes de todas
las literaturas.
En 1903 fue presidente del partido
Unión Nacional del que se alejó en 1904. En 1913 y 1916 se incorporó nuevamente
a la Cámara de Diputados como representante de Huamachuco. En 1915 fundó la
Liga Agraria con el objeto de fomentar la agricultura, impulsar al pequeño
propietario y proteger al yanacona y al peón que trabajaba los campos.
Abelardo Gamarra "El Tunante", fue uno de los héroes populares del
"criollismo" peruano. Tuvo una cuantiosa y notable contribución a la
música popular, con yaravíes, canciones, tonderos, "marineras" y
otras piezas de antología.
"El Tunante"
vivió en varios barrios populares de Lima después de mudarse a la capital,
cuando entraba a la adolescencia. Él fue el autor del primer vals con letra,
"Ángel hermoso", cuya música le pertenece a su prima Zoila Gamarra.
Dicho vals fue creado en Arequipa en 1885, cuando Abelardo fue a pasar una
temporada en dicha ciudad en la casa de unas primas. Una de ellas, muy bella y
excelente pianista también, le pidió a nuestro poeta que improvisara una
letrilla y él, que se encontraba en los altos, lo hizo rápidamente arrojándole
la letra aquella por la ventana, a la vez que decía: "Niña, recibe esta
paloma". La prima Zoila Gamarra, inmediatamente le puso música naciendo
así el primer vals peruano, "Ángel hermoso" (Darío Mejía).
Fue "El Tunante"
quien bautizó como "marinera" el baile popular de moda de la época,
que conquistó Chile pasando a llamarse cueca y regresó al Perú ligeramente
cambiada, denominándosele, entonces, en el medio peruano como
"chilena". A raíz de la Guerra del Pacífico y en honor a la Escuadra
Naval Peruana, al Huáscar y a don Miguel Grau, "El
Tunante" la llamó "marinera", así quedó.
En el libro Rasgos de pluma (1902), en su artículo "El
Baile Nacional", Abelardo Gamarra explica por qué decidió popularizar el
nombre de "marinera":
Abelardo Gamarra es el autor de la letra de la famosa marinera "La
Concheperla" conocida también como "La Decana", cuya música fue
compuesta por José Alvarado, y Rosa Mercedes Ayarza de Morales la llevó al
pentagrama.
Fue diputado
por la provincia de Huamachuco, participó de los debates del Congreso reunido en Arequipa del 28 de abril al 20 de junio de 1883. En esta
ciudad empezó a editar La Integridad, para hacer campaña contra
toda cesión territorial. Luego retornó a Lima y, desde El Nacional,
censuró al gobierno del presidente Miguel Iglesias, por los
términos del Tratado de Ancón.
Fue desterrado
a Ecuador, pero desembarcó en el puerto peruano
de Salaverry y secundó la acción revolucionaria del general Andrés A.
Cáceres.
Nuevamente elegido
diputado suplente de su ciudad natal en 1886, estando entre la minoría que
hizo oposición al contrato Grace
Line de Miguel
A. Grace y reanudó la edición de La Integridad que durante
tres décadas hizo eco de la prédica radical de Manuel González
Prada. Fue reelecto
en 1889, 1892 y 1913.
Dedicado gran
parte de su vida al periodismo que lo asumió como una militancia; razón por la
cual su obra literaria es fragmentaria.
Años después se enfermó de cáncer.
Pobre y olvidado, sus últimos días fueron muy tristes. Falleció el 9 de julio de 1924 en la ciudad de
Lima. Vivía, en ese entonces, en la Calle Manuel Morales No. 109 (actual Calle
Matías Maestro), en el tradicional barrio limeño de los Barrios Altos. Fue
enterrado en el cementerio Presbítero Matías Maestro, 2da. puerta, cuartel San
Germán D-32. Su lapida reza:
Solo la honradez y la verdad pueden levantar
a este país.
SUS OBRAS:
El Tunante en
camisa de once varas (1876), Detrás de la cruz del diablo (1877),
Escenas del carnaval de Lima (1879), El novenario del Tunante (1885),
Ya vienen los chilenos (1886), Rasgos de pluma (1899), La
herejía (1902), Algo del Perú y de muchos pelagatos (1905),
Lima (1907), Cien años de vida perdularia (1921), Manco
Capac (1923).
Teatro:
Escenas del carnaval de
Lima (1879), Somos Libres (1879), Ya vienen los chilenos (1879)., Ña codeo
(1887), El cuarto número tantos (1888), Escenas en la campiña (1889), Yaraví
(1891), Ir por lana y salir trasquilado (1892)., Una corrida de gala (1896).
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ESTIMADOS AMIGOS, MUCHAS GRACIAS POR SU FINA ATENCIÓN
Y LOS ESPERAMOS EL PRÓXIMO PROGRAMA 1295 DE VIERNES LITERARIOS /
17 DE JULIO A HORAS 7 P.M.
I PARTE:
RECITAL POÉTICO QUE OFRECERÁN: CELIA
LUZ FLORES, ZOILA CAPRISTÁN, PORFIRIO MAMANI, LUIS ALVA AMPUERO.
II PARTE:
HOMENAJE A DANIEL ALOMÍA ROBLES
MÚSICA: SHIRLEY
TELF. 995280789
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