EL PARQUE DE LOS NIÑOS PERDIDOS
MIGUEL ILDEFONSO
EDITORIALES: VAGÓN AZUL EDITORES - ECLOSIÓN
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2 Libros de Enrique Verástegui
La yerbaluisa es originaria de
Sudamérica, infusión arómatica y medicial, que ahora, en el presente libro que
presentamos, el poeta, escritor y lógico matemático, Enrique Verástegui, la
convierte en el centro de un tratado sobre la espiritualidad, sobre la salud
del cuerpo y del alma, y sobre el descubrimiento del eje axial del cuerpo al que
nos conduce esta planta en su proceso, que fusiona naturaleza y humanidad; es
decir, aquel punto de la conjunción del cuerpo, alma y espíritu llamado Plexo
Solar. Esto es un tratado sobre las cualidades maravillosas de la humilde y
potentísima yerbaluisa, tanto como para el ritual místico como para el
conocimiento; porque sin conocimiento no habría rituales y no habría mística. Enrique
Verástegui nos brinda una serie de explicaciones, informaciones y recetas para
saber usarla. Sustentada con erudición y con la propia experiencia, la
yerbaluisa se convierte, en el presente tratado, en símbolo que pretende
empujarnos a lograr una disciplina interna y externa, a una acción o estética
viva. Creo que este es el centro de esta propuesta, que lo dice el propio autor
cuando se hace la vieja pregunta acerca de qué es la belleza. Nos responde que
en la Era Postcibernética
la belleza es praxis. Entonces la yerbaluisa nos lleva a una sabiduría del
cuerpo y del alma, que no servirían de mucho si no va acompañada de la práctica
de sus rituales: estos rituales nos devolverán a nuestras esencias, a
conectarnos con el gran cosmos del cual provenimos, y que debemos saber acceder
siempre, sea a través del arte como la poesía, del pensamiento como la
filosofía, o de la ciencia o del sexo. Cito este párrafo en el que define el
enfoque del presente libro: “Aunque no produzco dogmas, escribo conceptos
epistémicos que, como tema de conversación – la más alta filosofía, el más
ingenioso análisis – será agradable allí donde, de pronto, ante un ligero
pestañeo, el mundo adquiere la terrorífica existencia de su sentido. Tomarse,
entonces, un sorbo de yerbaluisa y degustarlo de un modo tal que complazca el
gusto de nuestro paladar, tonifica nuestro cuerpo, relaja nuestros nervios,
estabiliza nuestro plexo solar, y conduce nuestra mente hacia la exactitud de
pensamiento.” La búsqueda de síntesis en Verástegui, síntesis de Arte, Ciencia,
Sensibilidad y Tecnología, cobra en estos breves textos una forma de
articulador, de motor que mueve el engranaje del conjunto de la obra
verasteguiana. Posee una parte testimonial y de autoreflexión como en Teoría de los cambios, pero a través de
una ventana distinta. La yerbaluisa, como aroma áurico de los incas, como
planta milenaria, es esencia y origen, y, a la par, como búsqueda de
experiencia y conocimiento Enrique Verástegui en estas páginas se remite a
Cañete no una sino muchas veces. La preocupación de lo peruano o lo
latinoamericano, y, a su vez, definir o desarrollar un pensamiento y estética y
universales, han estado presentes siempre en su trabajo desde que publicó hace 41
años En los extramuros del mundo.
Esta noche, señoras y señores, es muy especial porque se está presentando el
último libro de Enrique Verástegui, Tratado
sobre la yerbaluisa, y la reedición de justamente En los extramuros del mundo, editados pulcramente por la editorial
Caja Negra. Y me siento muy honrado de estar yo en la mesa para esta ceremonia
importante en las letras no solo peruanas o latinoamericanas, y precisamente en
el Mes de las Letras. Sobre En los
extramuros del mundo qué puedo decir que no se haya dicho en ensayos,
tesis, conferencias, cursos, seminarios, tertulias; qué podría añadir al placer,
casi erótico, que todos hemos experimentado al leerlo y releerlo. Un libro que
inaugura una nueva forma de ser poeta en el Perú o Latinoamérica o el mundo, y de
mirar y de decir, con una nueva retórica o discurso poético, en una nueva época
ya posmoderna, tecnologizada. A decir de uno de sus mejores estudiosos, Edmundo
de la Sotta , la
propuesta verasteguiana crea la poética de la Esfinge , que es la suma de
Poesía, Ensayo, Drama, Comedia, Ciencia-ficción, Matemática, Filosofía,
Religión y Erotismo. Con este libro inaugural, y con Angelus Novus, Monte de goce,
Taki Onkoy, Albus, y toda su obra en general, Enrique Verástegui nos enseñó a
los jóvenes a creer más en la poesía, a ser más rigurosos, novedosos y modernos. Un reto a seguir, más
que a superar tal vez. En los extramuros
del mundo es el libro que más ha influenciado a los poetas aparecidos desde
la década del 70. A
inicios de la década del 90 yo me reunía para compartir poesía con otros
jóvenes poetas que nos hacíamos llamar Neón. Era mi otra escuela alternativa,
pues allí leíamos a poetas más recientes, y desde que leí por primera vez a
Enrique Verástegui la poesía no fue igual para mí, a su vez la universidad
donde estudiaba también no fue igual para mí; otras cosas cobraron mayor
sentido, claridad, resonancia, tales como el amor, la solidaridad, la belleza,
por ejemplo, y por supuesto la poesía lo fue todo desde entonces. En esa época
dura de la violencia que me tocó vivir cuando uno, a esa edad, empieza a salir
en busca de las utopías, leer a Verástegui era como hallar el camino. Y así con
el grupo Neón, como en un peregrinaje, íbamos a visitarlo a Cañete, a quitarle
un tiempo de sus meditaciones, de su trabajo creativo. No puedo dirigirme a
Enrique o a su obra, sobre todo en esta noche, si no es a modo de homenaje.
Gracias, Enrique, por tus libros, por tus enseñanzas, por darnos sabiduría en
este país que trata de demoler a sus sabios, que trata de matar a la belleza.
Gracias, Enrique, por incentivarnos con tus poemas a creer en el amor, en la
cultura, en la solidaridad y el compromiso humano. Gracias, Enrique, por
devolvernos la fe y la praxis en y con la palabra. Y muchas gracias a todos
ustedes por oirme. Gracias.
M.D.I.H.
(19 de Abril, 2012)