Viernes Literarios

Viernes Literarios
CÉSAR VALLEJO

miércoles, 9 de abril de 2008

MENSAJE DEL POETA LEONCIO BUENO

Mensaje del poeta LEONCIO BUENO en su homenaje organizado con ocasión de celebrar los 700 Viernes Literarios.- Lima – Perú.


Tablada de Turín, Zona Antigua, viernes 14 de marzo del año 2008.

Saludo a los asistentes al 700 Viernes Literarios del Boulevard de la Cultura.

Damas y Caballeros, amigas y amigos que esta noche asisten al 700 Viernes Literarios del Boulevard de la Cultura. Yo, vuestro mejor amigo y admirador Leoncio Bueno, soldado raso y de a pie de la lucha por el arte y la cultura y orgulloso discípulo de la lucha sindical de mi país y de los anarcosindicalistas de mi comarca que me enseñaron a luchar por la creación de los sindicatos y por la jornada de las ocho horas de trabajo. Eso ocurrió en la Hacienda Casagrande, provincia La Libertad, Trujillo.

Yo les quiero manifestar de todo corazón esta noche, lo siguiente:

PRIMERO, expreso mi más sincera gratitud y afectuosa solidaridad a mi dilecto amigo el profesor, poeta y narrador Juan Benavente por haber decidido dedicar este 700 Viernes Literario en honor de mi humilde persona.

En SEGUNDO lugar, expresar igualmente mi más profunda gratitud a los ilustres asistentes a este acto literario en especial a los que a sabiendas que en esta oportunidad se va a rendir un homenaje a mi persona, se han dignado asistir y algunos de ellos a los que más agradezco a los que dirán algunos versos o palabras afectuosas para rendir homenaje a mi persona.

Ahora una pequeña reflexión como despedida para cerrar este agradecimiento de mi parte.

Amigas y amigos, el Perú, Iberoamérica y el Mundo entero, están viviendo en estos tiempos la peor de sus crisis de hombres y valores. Cada día que pasa escasean más los paradigmas, los maestros y guías veraces y es muy doloroso confesarlo. Precisamente los hombres de talento, los grandes creadores, los que con inmensos esfuerzos y mentalidad preclara, alcanzan a sobresalir sobre el común de sus semejantes, en su gran mayoría se incorporan al sistema que nos asfixia y nos condena a las grandes mayorías a la más vil y letal de las pobrezas; la pobreza material y la pobreza de espíritu. Ellos pues lamentablemente se convierten en los eslabones más firmes de la cadena que nos aprisiona y que mantiene el poder y la barbarie creciente con que nos gobiernan los poderosos fáusticos y los autócratas de diversos pelajes, que están destruyendo a la humanidad y a nuestro mismo habitat el planeta Tierra nuestra gran madre Tierra que nos cobija.

Luchemos pues por adquirir profundamente el sentimiento comunitario, la grandeza del talento y del arte creador, pero no con las ansias secretas de convertirnos tarde o temprano en conmilitones del banquete de los bien situados. Descartemos toda vanidad enfermiza y todos los destellos engañosos que nos ofrezca la cercanía del poder o de la fama. Cumplamos con nuestro deber congénito, ser fieles a la comunidad a los deberes de solidaridad con nuestros pueblos y a la luz resplandeciente de la enseñanza de la verdad y la denuncia de los impostores, los farsantes donde quiera que estén o lleguen algún día a estar ubicados. Sigamos el ejemplo de nuestros dignos maestros y paradigmas como los grandes luchadores sindicales que consiguieron en el Perú la jornada de ocho horas con José Carlos Mariátegui y con nuestro gran poeta César Vallejo.


Gracias amigos y amigas por escucharme.

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