Viernes Literarios

Viernes Literarios
CÉSAR VALLEJO

domingo, 16 de noviembre de 2008

VIERNES LITERARIOS EN IMÁGENES, MES DE NOVIEMBRE 2008

RODOLFO YBARRA, GONZALO PORTALS, GLADYS FLORES Y RUBÉN QUIROZ


WILLY GÓMEZ, JOSÉ TEMOCHE, DIANA MORALES(Guatemala)

RENÉ FOUNIER

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Miguel Ildefonso

LIBERANDO EL ALMA

I Concurso de Poesía del Instituto Nacional Penitenciario

El poeta peruano César Moro decía: “El arte no está subordinado a lo útil y agradable, pero tampoco tiene su fin en sí: va siempre subordinado a la sensibilidad que lo enriquece y él a su vez lo enriquece.” Tener conciencia de esta sensibilidad es tener conciencia del lenguaje, que es, a su vez, conciencia de la poesía, quiero decir: de la relación de la sensibilidad (que todo ser humano posee) con su medio o, en otras palabras, yendo más lejos, o más cerca, con el mundo o con la vida.

Sobre esta relación “sensibilidad” y “mundo”, trata la mayoría de los poemas de Liberando el alma. Hermoso título que nos remite al poeta y ensayista Octavio Paz, en Los hijos del limo, cuando decía que para Holderlin, antiguo poeta alemán, de la época del romanticismo: “El punto de unión entre el amor a Diotima y el amor a la libertad es la poesía”, dado que la poesía es el “punto de intersección entre el poder divino y la libertad humana”. El poeta romántico, según Octavio Paz, es como un “guardián de la palabra que nos preserva del caos original”.

La poesía es, entonces, ese ejercicio de la libertad que nuestra sensibilidad reclama: para ser oída y leída, y para entender que el silencio está lleno de significados, que el silencio es también una voz con rostro y con sueños, y que es único y a la vez es de todos, donde podemos estar con el mismo silencio para oírnos. Un murmullo, un sueño hablado, un llanto, una historia inconclusa, son el alma de estos poemas que conforman el presente libro que ha dejado su trazo para que caminemos a través de versos testimoniales o del ensueño.

En Liberando el alma encontramos poemas de corte existencial, como en los siguientes versos: “El animal de sombrero verde / el que escribía versos sobre cosas verdes / estuvo ayer aquí, / de ayer hacia atrás / Y llegando pronto. /El hoy es aún demasiado madrugador. / A lo lejos una sombra verde tic- taquea./ A lo lejos.” Este tema fundamental en la poesía de César Vallejo o Blanca Varela, se puede apreciar también en el poema que dice: la levedad del no ser / palidece en desventura / se desploma triste / en suma gravedad, / fundamental y taxativa.”

El tema erótico, con toda su potencialidad liberadora, igualmente lo hallamos en estas líneas: “Después de tanto tiempo/ h o y / regreso a ti / te tomo entre mis fibras contraídas / bebes con la fuerza de un sol / me desnudas.” Otro ejemplo: “Mi desnudez de agua es Una casa sin puertas. / Un paisaje sin cielo un cielo sin azul un cielo no cielo”

El amor no podía estar ausente: “fortalezca tu ausencia / la bronceada semilla / que me diga / mañana / de pronto un día / regresarás”. Y donde hay amor también hay desamor: “No quise acostumbrarme/ a tu perfume / a tus preguntas / ni a tu semanal presencia / luché contra ti”.

Otro tema importante es la fortaleza, el valor: “Si caigo, / grávida, / cayendo fuerte / por ardiente seducción / desde el suelo / recargo el vigor / con alas de coral”. Porque donde hay fortaleza hay esperanza, y ese es el sentido de estos versos: “Al filo del camino / el viento me besa / me acompaña / fresco arrebolado / limpia / las hojas secas / de mis otoños / y conquisto el verdor / de las primares / por venir.” O aquí también: “Hija de mi tiempo / despojada de velos/ rompí ataduras / me atreví / a los veinte/ en tropel / a labrar caminos / de porvenir.”

A continuación un poema de cada una de las tres ganadoras del I Concurso de Poesía del INPE:

Ivonne Cotrina (Lamas, San Martín, 1974)

Estaciones

No fue necesario un adiós

ni un apretón de manos

el más humano dolor

tomó entre sus dedos

mi cetrina piel

hincándola

con perfumados

clavos.

Ya no habrá más retorno

me susurraron los árboles

hasta el silencio cantó

para calmar mis infiernos.

Al filo del camino

el viento me besa

me acompaña

fresco arrebolado

limpia

las hojas secas

de mis otoños

y conquistó el verdor

de las primaveras

por venir

Giuliana Llamoja (Lima, 1986)

El De Sombrero Verde

El animal de sombrero verde

el que escribía versos sobre cosas verdes

estuvo ayer aquí,

de ayer hacía atrás

y llegando pronto.

El hoy es aún demasiado madrugador.

A lo lejos una sombra verde tic-taquea.

A lo lejos.

Es la sombra del animal de sombrero.

Merodea. Camina. Pernocta.

Da una ojeada al árbol fantasmagórico y roto.

El animal encharcado que ladra

su último monólogo

se enfrenta al tiempo de reloj con un ritmo disidente.

El animal

Es el HOMBRE ADOCENADO

Que guarece a una hora distinta

y deja de ser verde todo, menos su sombrero.

Ayma Cabanillas (Lima, 1972)

Reencuentro

Apresuro la espera

lejos el destino

no dejé de seguirlo.

salí del encierro

apretados mis ojos

extendí mis alas

y volé de nuevo

a mi lugar de origen

clamante de retornos

rinconcito de bienvenidas

envejecido en tres lustros

hallé tibio el nido

las alas abiertas

el cariño pleno

en el espacio-tiempo

de los años ausentes.

el reloj de mis pupilas

marcaba el instante

un reencuentro

un segundo

para gozar.




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