MUJER
Nos enseñaron, ver en ti
una piedra tallada en su esencia
una imagen caprichosa y volátil
un diamante de placeres
una escultura cincelada,
con supuestos finos sentimientos
sin derechos ni pensamientos
total, la primera experiencia
de orquídeas y alhajas de oropel.
De cuando en vez un destello
hecho neón, desvistió al desierto
y de repente se desprendió el oasis
para guardar un espacio histórico,
la inmolación de heroínas
a corazón abierto, enfrentaron
al abuso, la fuerza y la estupidez
la dantesca e infame decisión
cometida sin virtud ni piedad.
Tus entrañas claman libertad,
turgente e innata libertad.
Mujer, una voz y señal ausente
aún... en estos sinuosos tiempos
atrapada sin diáfanas respuestas
¿sexo débil?
en el tablero misterioso de la vida
en general una pieza de ajedrez
utilizada burdamente al azar
con o sin tu consentimiento.
Sin embargo...
eres flor encendida sin tiempo
sin sosiego, sin aspaviento.
Son tus manos tiernas, lozanas, eternas
profiadas sojuzgan al destino del adiós.
Aún sostienes tu raíz encadenada
un eslabón de soterrada prisionera
ensayas a diario una sonrisa de maniquí
a pesar de la bellaca pareja hostil
retomas en apariencia, azarosos días.
Sólo en el candil de tus recuerdos
los primeros episodios, cuando...
Venus, musa, beldad, inspiración
musitaron a tus oídos... después qué.
Acaso en vano el sacrificio universal
hasta cuándo... hasta cuándo
el letal silencio del Himno de la Alegría
por obsidiana y piedra azul en el crepúsculo
bajo el peso de la simbiosis coloquial
la justicia no tiene sexo
te invoco, juntos caminar y ofrecer
la luz etérea en medio de este laberinto
lacerante rambla que aún falta recorrer.
Juan Benavente.
MUJER ARAUCANA VESTIDA DE LLUVIA
ResponderEliminarMujer araucana, mirada saudí
Admiro tus pétalos subversivas
Que germina en tus senos suicidas,
He podido cabalgar tus protestas
Y guarecerme en tus cenizas de manzano
Entre ráfagas, rompiendo tus cicatrices
He podido cincelar tu melodía de metal
Del primer parto de probeta azul
Cuando se ahogaron tus metrallas
Al empuñar en tus, manos santas
El kalachninikovs de sauce,
Sueños insurrectos de pólvora
Estallan en la península del ser fálico
Hasta tus piernas, húmedas, lujuriosas
Sutilmente fragua el coito final,
Aquí se muere repetidas veces
Mujer Araucana vestida de lluvia
Dejo mi alpargata en Patagonía
En tus arroyos descarnados
Hasta nuestra próxima muerte.
Email: zorrosabajo@hotmail.com
zorrosdearriba
14 de febrero 2009.