Viernes Literarios

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CÉSAR VALLEJO

jueves, 12 de diciembre de 2013

HOY COMAS CUMPLE UN ANIVERSARIO MÁS DE FUNDACIÓN. / "COMAS", POEMA DEDICADO HACE 18 AÑOS.

                 COMAS

Fuerza y dulzura, símbolo que supervive
en el recóndito infinito del alma
la feliz idea de un mundo mejor.

Eres un gigante escenario de la vida
donde la armonía se fusiona galopante
con sudor, lágrima, tierra y pavimento;
llanura, colina y despojados cerros,
cerros en vigilia, sendos gladiadores.

Comas…
eres una entera melodía de ajedrez
desde el confín, tu historia irrumpe
reflejando ardorosa lucha permanente.

Eres la imagen sólida del tiempo
que sus fundadores transformaron,
un páramo sideral en una hermosa aventura.

Comas…
gloria de los Collis, cuya herencia
enfrasca de orgullo, nuestro corazón;
somos obreros del pan a pan, tu nombre,
ladrillo a ladrillo, letra a letra
tu gente linda, pujante y luchadora
propició el latido y venas regocijadas.

El agua, la luz como estrellas redentoras
guían sus avenidas, calles y jirones
para besar la misión que tus hijos
ante el lacerante mundo, afanosos construyen.

Eres un canto de noble inspiración
un astro confundido en mil sueños
mágico ritual de filigranas y atavíos
que cubre a pie firme el arenal, pedregal;
sus puños se elevan como un frondoso árbol
y brillan como un alado cóndor de antología
su vuelo irrenunciable de victoria sinigual.

Comas…
piedra y blasón, hechos himno
fruto del amor, pueblo unido
estás creciendo incólume,
como una flecha dirigida al espacio.
Eres luz, esperanza de tus hijos
bajo el indómito histórico pasado
cuyas leales huellas están impregnadas
en cada surcado rostro
en cada mano polvorienta,
en cada hogar
en cada laberinto cotidiano.

Comas…
baluarte de episodios y mártires
tenaz abanderado de la verdad, libertad
justicia social, tu expresión cultural
como una nube incandescente, iluminas
insinuando el contraste del país
cual joya en el desierto de la desesperanza
se percibe en su esencia, avenida Túpac
como un círculo más de la Divina Comedia,
la oración de la Palabra del Mudo y
la sentencia de los Heraldos Negros.



Comas…
carbón cuyo destino a ser diamante
es la poesía en el seno de tu origen
reales constructores, hombres y mujeres
desde espontáneas e insólitas esteras
hasta la cubierta de fino manto urbano;
invitación solidaria, nuestro símbolo y
la Fortaleza de Collique, nuestra insignia.

Comas…
casi siempre, víctima de nefastos gobernantes,
sin embargo eres y serás más, mucho más…
eres historia viva y testigo del sacrificio
de seres que luchan contra la adversidad.
Eres una estampa en un marco de oro,
tus colores crecen con el entusiasmo
tu cielo, pinta nuestra imaginación
tu juventud inquieta, rebelde y progresista
desafía por doquier el horizonte de su porvenir.

Eres la canción, eres danza, todas las artes
y queremos y amamos la grandeza,
una constante imagen de portentoso rigor
son tus traídas creencias y costumbres
porque en ti hay de todo… mucho de lo bueno.

Ni las sombras por el sol, opacan
a visionarios e intrépidos habitantes
que bregan con ímpetu coloquial
lograr en concordancia una energía,
eco de los témpanos que quiebran
la ira de los volcanes
la rabia de los truenos
el abismo del relámpago.

Comas…
eres un hermoso cuadro abstracto
cuyo autor, aún no ha nacido,
eres un huracán, iracundo torbellino
que busca impávido, su propio destino
cual Ave Fénix con aspaviento de porcelana
sugiere un caprichoso etéreo Edén.

Comas…
ombligo y recinto de todas las razas
un solo corazón de magnánimo acero,
henchido de armonía, desbordante alegría
a pesar de los escollos, sus destellos
emanan forjadores del pasado y ya del futuro,
quienes emulan las palabras y los hechos
sus valores y principios hasta el final
mi pueblo entero, crisol de un epílogo ideal.



                                    Juan Benavente / Otoño de 1995.


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