Viernes Literarios

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CÉSAR VALLEJO

martes, 23 de diciembre de 2014

ARTÍCULO DE JOSÉ PABLO QUEVEDO EN LA REVISTA INTERNACIONAL DE TEATRO Y LITERATURA: ALHUCEMA NRO. 31

ALHUCEMA nº 31

                                                    JULIO A DICIEMBRE DE 2014

REVISTA INTERNACIONAL DE TEATRO Y LITERATURA

EN ESTE NÚMERO:
ESTUDIOS:
Pedro García Cueto: John Banville: la estética de un escritor contemporáneo  p. 117
Bi Drombe Djandue:¡Huy, casi vomitan mis alumnos! Lo que puede costar la pronunciación del español  p. 121
José Pablo Quevedo: Las tendencias dentro de la literatura en contra de la violencia en el campo de las vanguardias  p. 126
Adalber Salas Hernández: El don de lo imposible: Teoría poética en la obra de José Ángel Valente p. 131
Brahiman Saganogo: Análisis gramático-estilístico de “Soneto al Toro” de José Hierro  p. 139
Alba M. Pérez Muñoz: La enseñanza de la lengua oral. La lengua oral formal  p. 146
María Antonia López Santos: El teatro en la Educación Secundaria Obligatoria: estado de la cuestión ante un nuevo cambio legislativo  p.159
Yuly Paola Martínez Sánchez: Reescrituras del yo en Eurícide en la Fuente y Viajes de Penélope de Juana Rosa Pita p.178
Camilo Morón: Lectura de La Época de la Imagen del Mundo de Martin Heidegger p.191
Las tendencias dentro de la literatura en contra de la violencia en el campo de las vanguardias
Por: José Pablo Quevedo.
“La poesía es la Flor siempreviva, cuyo colorido y pétalos vitales miden la jardinería del tiempo. Cada pétalo es ‘epocal’, transitorio, pero lo mejor de su perfume queda absoluto. Ella es silenciosa, pero sensible; y la advertimos cuando hay un anuncio de cambio, de una a otra  estación.” (AR).  (1).
Las tendencias literarias, en sus expresiones, emergen de la diversidad de las contradicciones sociales, sean estas globales o concretas, plurales o singulares; y dentro de los diversos movimientos de la actualidad, tienen una influencia decisiva para el comportamiento de sus actores como creadores en cuanto a sus realizaciones individuales.
La diversidad de temas, también nos indica una diversidad de reflexiones sobre los mismos; y muchas veces, la elección en el momento actual es una decisión consciente de los escritores sobre lo trascendente o relacionado con lo existencial, frente a la totalidad de los problemas que nos rodean; como, por ejemplo: lo relacionado con la paz y contra la violencia, y que es algo sentido y anhelado por sus protagonistas, como cuando Carlos Martín Valenzuela Quintanar, nos escribe:
“Que los sueños nos permitan crecer. /Que la vida, nos enseñe a vivir. /Que la sencillez sea el camino para andar. /Que el amor, sea río fértil. /Que la armonía sea reflejo de los ojos. /Que las manos, lleven calidez al ser.
/Que los corazones se llenen de alegría. /Que al fin logremos entender el idioma de nuestra madre tierra...”///  (2).
                                          
El poeta, a veces, necesita relacionar estos dos campos de la creación, el de su experiencia vivida y el universal, a los cuales entrega su propio matiz personal.
Por eso, considero que la literatura y la poesía de nuestra época tienen que abrir, con las vanguardias, las instancias de reflexión y de trabajo genuino frente los problemas transcendentales de nuestro tiempo; pues, la realidad convulsionada, en estas formas verosímiles, sobrepasa muchas veces todo lo que nos parece inverosímil o que ha creado la fantasía.
Y, como nos damos cuenta en la realidad mexicana con sus olas de violencia, nos impactan y nos afectan –tal como hoy en día se da en sus nuevas facetas-, ya que con esa realidad no habíamos contado en nuestros pensamientos. ¡Y quién iba a pensar, ni siquiera imaginar, que un país que se mide de igual a igual con los países ricos en sus diversos aspectos y que culturalmente es abundante en todo tipo de tradiciones y de generosidad para sus vecinos; además, lleno de solidaridad, se vea así afectado por la corrupción, las drogas, las mafias, los paramilitares, la muerte en miles de casos, la inseguridad,  y hasta la pobreza!...
O, como también escribe Zaida Cristina Reinoso, denunciando la violencia de su país, en México, en el poema Llanto por Marisela Escobar:
 “Hoy mi Patria se quiebra y desmorona, /su gloria es la transa y la maldad, /sus aguas son fango salitroso /y nuestro alimento rastrojo sin sabor. /Me dueles hasta el alma, ¡Patria mía! /La que un día fuiste doncella casta,
 /raptada por Velarde, por Pellicer cantada; /hoy, cual doliente fantasma, desgreñada  /gimes por tus hijas, impunemente masacradas. /Patria, vendida, violada y traicionada.”///  (3).
El papel que en la sociedad debe jugar la intelectualidad y los poetas, es importante para el esclarecimiento y para hacer un llamamiento a la consciencia histórica, frente a los mejores designios de nuestros pueblos; pero, esa consciencia…, –como me escribe-, Carlos Martín Valenzuela Quintanar:

“No debe estar aletargada, ni mucho menos pasiva; debe actuar, pero con inteligencia, con las armas del saber, de la exigencia a sus derechos. Y, lo más importante: "unida" a ella sola, será una voz sin eco, como un grito en lo más lejano de un desierto.”
En Isla Negra, edición ‘Poesía rompe silencio’, de septiembre 2010 (*), se reproduce  una selección de poetas internacionales que nos invitan a hacer una reflexión contra la violencia en este hermano país que, de cierta manera, también en otro grupo de países latinoamericanos y de África, se vienen dando.
Los testimonios de los poetas son elocuentes como lo muestra el poeta salvadoreño David Escobar Galindo en su poema Duelo ceremonial por la violencia (III):

“Húndete en la ceniza, perra de hielo, /Que te trague la noche, que te corrompa  /la oscuridad; nosotros, hombres de lágrimas, /maldecimos tu paso por nuestras horas... /Ah si el violento asume la ley del aire, /si aprieta en hierro impuro vidas y haciendas, /si desala sus pozos de hambre sin dueño,  /si desenfunda el cáncer de su inconsciencia”...///   (4).
La mexicana Lina Zerón, en su poesía social y concreta, Un gran país, demuestra lo polarizado de las contradicciones sociales existentes y nos muestra los niveles de una situación existencial muy cruda; en sus relaciones y nexos, la autora anima estos niveles, los hace centrífugos:

“Vivo en un país tan grande que todo queda lejos:  /la educación, /la comida,  /la vivienda. /Tan extenso es mi país, /que la Justicia no alcanza para todos”…///
Pero también la poeta de Xalapa-Veracruz,  Angélica González Macías, en su poema Amor de patriaintenta buscar esa definición de lo que es ella, precisamente, en la hora actual de la identificación existencial de las personas.  Los versos limpios, anhelantes y cargados de ternura, van descubriendo ese cuerpo y espíritu infinito, histórico, pero fundamental, que transcribe lo que las personas de ‘abajo’ sienten, cuyos hechos no se hallan en los torsos o en las definiciones de las historietas engañosas  -como siempre ha hecho la historia de los vencedores-. La poeta, invierte y contradice la imaginación que la ha fecundado de otra manera, e invoca ese cuerpo de la ‘Patria’, como el cuerpo de un amante, vistiéndolo de realidad y dándole sus pertenencias en esta hora necesaria. Su sensualidad emerge plena y vital, dentro y fuera de ese cuerpo inagotable:

“La patria es como el amor, tan inasible. /Nace, que nace por boca, boca que agarra los labios; /besa, que besa los ojos, dedos, narices y manos.
/La patria es soñar despierto, garabateando las horas, /la patria te lleva encima, te lleva dentro, tan sola; /la patria es ésa que aún no ha salido de los sueños, /la patria es la que hace manos y hace tripas el cerebro; /la niña que vive en ojos, y rebota en el recuerdo, /laniñaes esta nación, que se ha volado de incendios;
/es sirena imaginada, que se asolea los lamentos…
//Patria que se inventa sola, con cascabeles al cuello; /es dama de trapo y fuego, de miel y espinas por dentro. /La patria, patria de ojos, papel de luna por dentro, /la patria de los Velarde, indescubierta por cierto. /La ráfaga de la patria; patria, no estás, y te encuentro; /ésa, la del nombre verde y el espíritu sangriento.
//El imperio, cabalgando sobre los dientes de un perro; /patria del papel de china, /del papel de tu esqueleto,
/carta en la mano que dice: /No te he buscado, y te encuentro.”///
En la musicalidad y el propio acento del soneto México de mi vida, ve la mexicana Griselda Álvarez Ponce de León, a su país personalizado en un niño, el niño que también muestra su orfandad, la esencia del marginalizado dentro de la miseria material del drama diario:

“Yo te miro en un niño de la calle, /cofre arriba, limpiando un parabrisas /con la carita ayuna de sonrisa, /-ni una razón a que la risa estalle-. /El vidrio diáfano, ‘¡qué no se raye!’. /Mientras, el porvenir del sin camisa: /violado por cualquiera; droga, prisa, /ganador de la vida en bocacalle. /Oscura piel de mugre sin aseo, /mirada con dureza que me embiste, /un sólido rencor que deletreo, /huesos al aire, niño que resiste. /Y ahí, aún en pie, ahí te veo, /México de mi vida, imagen triste.”///
En su poema Del fuego, acaso, lo que Blanca Luz Pulido nos descubre con su simbolismo cálido, a veces escéptico, entre el fuego y el viento, entre lo que es llama vital y la que se apaga, entre lo que nace y lo que muere, entre lo que se forma y se deforma, lo que se oye de cerca y a la distancia, entre lo que se conoce y nos perturba, entre lo que se desea y no se encuentra, entre lo que se intuye y la espera, esos vasos comunicantes de lo que es lineal y lo que es circular con los acontecimientos perturbadores. El fuego y el viento son confluencias que se atraen en la voz de la poeta mexicana, uno forma al otro, ellos son constantes como la existencia y el drama que la habita:

“Toda la noche vi crecer el fuego,  /y no pude tocarlo /ni sumarme a su encuentro luminoso. /Toda la noche supe de su danza,  /de su comercio con el viento, /y no quise sumarme a su llegada /ni celebrar su magnífico retorno. /El fuego es la renuncia de las cosas  /a su aspecto tenaz, a su dibujo. /Toda la noche vi crecer el fuego,  /y no conocí su voz /ni apuré su llama… /Y aquí estoy.”///
La voz de poeta mexicano Jaime Torres Bodet (1902-1972), en su tiempo reflejó también el momento que, como hoy, otras generaciones lo repiten de manera diferente. Su poema Civilización, alcanza en su voz expansiva los rasgos más realistas e impresionantes que superan cualquier fantasía, o el invento de una realidad, cuya singularidad penetró hasta las mismas esencias globales contemporáneas:

“Un hombre muere en mí siempre, que un hombre /muere en cualquier lugar, asesinado /por el miedo y la prisa de otros hombres...”// (5).
O, como también en una trasmutación de muchos de los siglos de sucesión histórica y de colapsos sociales extremos, fue recepcionada en forma genial por el poeta peruano César Vallejo, en su poema Los nueves monstruos:

“Y, desgraciadamente, /el dolor crece en el mundo a cada rato, /crece a treinta minutos por segundo, paso a paso,  /y la naturaleza del dolor, es el dolor dos veces /y la condición del martirio, carnívora voraz, /es el dolor dos veces; /y la función de la yerba purísima, el dolor /dos veces; /y el bien del ser, dolernos doblemente. //Jamás, hombres humanos, /hubo tanto dolor en el pecho, en la solapa, en la cartera, /en el vaso, en la carnicería, en la aritmética!... //Jamás tanto cariño doloroso, /jamás tan cerca arremetió lo lejos,  /jamás el fuego nunca /jugó mejor su rol de frío muerto!”///  (6).
   
Las tendencias en el Arte y la Literatura, se desarrollan a medida que estas contradicciones sociales se establecen en las reflexiones de la intelectualidad en forma consciente, y esa intelectualidad las conduce en su fluido emotivo y creativo hacia otros lectores; pero, el escritor se no queda allí, sino que convierte también su escritorio en el laboratorio de su idea y la eleva en una praxis para el cambio.
Los intelectuales son conscientes de que, donde no prevalece lo verdadero, se levanta el sueño de la pura fantasía y de la diversión; y que hay alguna ideología que no nos permite la reflexión, y que disloca la realidad o la ignora totalmente.
La fantasía no se debe convertir en una perturbadora de su tiempo; sino, con su mismo tiempo, saberse medir y alcanzar su propia dimensión en la dimensión humana de la vida y del ser humanoComo ya hemos visto, durante la Edad Media, muchos cientos de novelas de caballería llenaron sus espacios temporales, pero la gran mayoría no han prevalecido en el tiempo, contrariamente a lo que ha sucedido con la inmortal Don Quijote de La Mancha.
Si es verdad que aquí la poesía, en los ejemplos mostrados –se da como el calalizador social-  cumple su función, siendo el reflejo y la expresión de la consciencia crítica de su tiempo, entonces, como lo plantea el escritor peruano Raúl Gálvez Cuéllar:

“Los mismos intelectuales tendrían que reaccionar, ya no desde sus propios escritorios, sino llevar esas ideas a la praxis, pues los hechos han sido descubiertos y trasmitidos en sus metáforas. Por lo tanto, no hay que responder de qué lado se halla el destino, el cual siempre nos empujará al mismo abismo, sino con el mismo poema en la mano, confrontar al mismo destino con una iniciativa organizada.” …
...el poeta también es un inspirador social; es el testigo y el actor de su tiempo, quien despierta nuevas ideas de renovación y superación.

La comunicación nos globaliza, ella nos ha traído toda una serie de temas nuevos, que también se comparten y se confrontan en los escenarios mundiales; y estos mismos, los vemos en los diversos movimientos internacionales que se han formado o establecido y que desde hace un buen tiempo vienen irrumpiendo con sus publicaciones. Por ello, considero que no hay una posibilidad de cambio social frente a lo establecido, sin el fundamento de una cultura que contenga en lo esencial la estrategia del manejo de la praxis para el cambio.
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NOTAS:
(1)  AR: Correspondiente a la dialéctica repetitiva y diferenciada, a la estética del devenir diferente (Del autor).
(2)  De la correspondencia entre el autor y Carlos Martín Valenzuela Quintanar, fechada en Hermosillo, Sonora, México,  30 diciembre 2010.
 (3) Fragmento de un Poema  enviado en un E-mail a Poetas de la Tierra, en enero de 2011. También trascribimos el  testimonio de la misma poeta, Zaida Cristina Reinoso.
LOS HECHOS: En agosto de 2008, fue asesinada la joven Ruby Marisol Frayre a manos de su pareja, Sergio Barrasa, quien después de mutilar el cuerpo de Ruby lo arrojó a una zanja. Los hermanos y madre de la víctima, Marisela Escobar, después de una acuciosa búsqueda, localizan al asesino y dan parte a la Justicia. Tras un juicio rápido, Sergio Barrasa confiesa su crimen, más los jueces (Catalina Ochoa, Nezahualcóyotl Zúñiga y Rafael Boudio) liberan al criminal… (¡).
Poco después, Marisela Escobar, organiza un movimiento cívico exigiendo justicia y recorre las calles de varias ciudades. Luego establece un campamento frente al palacio del gobierno de la capital del estado de Chihuahua; en el noveno día de su plantón, Marisela es asesinada a la luz del día y a las puertas del palacio de gobierno. Días más tarde, el comercio de la familia de Marisela es incendiado. Durante en año 2010, fueron denunciados 1.368 asesinatos de mujeres del territorio mexicano… ¿Cuántos de ellos han sido castigados?...
(4,5,6).- En algunos de los poemas, transcritos por el autor, solamente han sido tomados  algunos fragmentos.
(*).-Gabriel Impaglione, es poeta y publicista, y dirige la revista virtual ‘Isla Negra’;
archivos adjuntos de Gabriel Impaglione, en: Isla Negra, 256 no violencia.doc
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