Viernes Literarios

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CÉSAR VALLEJO

lunes, 10 de octubre de 2016

POETA CHIMBOTANO JULIO ORBEGOSO ¡PRESENTE!

AEPA ESTÁ DE DUELO. EL POETA CHIMBOTANO JULIO ORBEGOSO, HA PARTIDO

Por Áureo Sotelo Huerta

Si se calla el cantor. Canta Mercedes Sosa.

“Si se calla el cantor calla la vida/ Porque la vida, la vida misma es todo un canto,
Si se calla el cantor, muere de espanto/ La esperanza, la luz y la alegría,

Que ha de ser de la vida si el que canta/ No levanta su voz en las tribunas,
Por el que sufre, ´por el que no hay,/ Ninguna razón que lo condene a andar sin manta.

Si se calla el cantor muere la rosa/ De que sirve la rosa sin el canto,
Debe el canto ser luz sobre los campos / Iluminando siempre a los de abajo”.

JULIO ORBEGOSO, EL GRAN POETA Y AMIGO HA PARTIDO.
El poeta Julio Orbegoso después de 52 años de vivir sentado en una silla de ruedas, producto de un accidente automovilístico en 1962, el 5 del presente partió al más allá, Había nacido en Otuzco en 1939, pero como todo provinciano llegó a Chimbote y ese accidente lo dejó parapléjico. De Chimbote su nuevo lar solía decir: “Chimbote “tierra de horizontes sin límites y jardín proletario de siempre”. Ya lisiado con un futuro frustrado, encontró en la poesía, la narrativa y el teatro el consuelo y la esperanza. Otuzco y Chimbote  le dieron sus mejores vivencias que le permitió enriquecer su talento, como lo hizo Arguedas en “·Zorro de arriba y zorro de abajo”.
Siguiendo a Cervantes que aconsejaba: “El que lee mucho y viaja mucho, sabe mucho y conoce mucho”, leía y participaba en las actividades poéticas del  puerto como de su inolvidable “Isla Blanca” y sus grandes cultores entre ellos: Oscar  Colchado, (ganador de tantos premios nacionales e internacionales), Arsenio e Iván Vásquez, Pietro Luna, (primer presidente de AEPA y magnífico compositor), Mario Luna, Miguel Rodríguez, Hugo Vargas, Benigno Araico, Julio Ortega (que ha triunfado en los Estados Unidos). Julio también integró El Círculo “Bellamar”, el Círcuito Cultural Ferrol y desde 1985 a la AEPA, entre otros,  en donde se formó como literato y enriqueció su talento creador. Desde entonces hasta su partida su gran amigo y consejero fue el poeta Pisadiablo, quién no solo se ocupó de su salud sino de sus publicaciones.
SUS PUBLICACIONES.
Julio, ya en 1968 había publicado su Antología poética, posteriormente su poemario: Cuadros rotos (1971), Playas de náçar y coral: un canto lírico a Chimbote (2015). En narrativa ha publicado: Brumas sobre el puerto (1990),  Los cutreros (1993) Los zapatos rotos (1997), En busca de un lugar, cuentos para estudiantes, tomos 1 y 2 (2010),  Teatro Infantil, “EMPEZANDO A CAMINAR”, su primer libro de poesía y teatro infantil ilustrado, que contiene más de 32 obras, publicada en el 2015. Ensayos: Semblanzas porteñas, homenaje al Centenario de Chimbote (2007)  Posee varios libros inéditos,  ésa será la tarea de la municipalidad del Santa, Otuzco, las universidades del departamento, AEPA.
Por este maravilloso trabajo recibió  numerosos premios, entre ellas: “La medalla de la ciudad de Chimbote, otorgada por el municipio y  otro del Distrito  del Nuevo Chimbote. Ha partido dejándonos sus obras que hablarán por él porque como dice el dicho: “Los hombres pasan, las obras quedan” y estamos seguros que junto a Carlos Zavaleta, Efraín Rosales, Rosa Cerna, entre otros, ya estarán organizando un recital para cantarle  a Dios cuyos ecos nos llegará a nosotros.
LOS DE AEPA SIEMPRE LO RECORDAREMOS A JULIO.
Pese a sus limitaciones físicas, nunca faltó a los encuentros organizados por AEPA, desde 1985, en Carhuás. Llegó a Aija en 1992, paseándose por sus calles empinadas donde a nuestras gallinas tenemos que ponerle mallas para sus huevos no se vayan al río. Julito recorrió sus mejores  lugares turísticos y participó  en la programación y en las noches de teatro, danzas y poesía, él estaba en primera fila en el gran teatro Jacinto Palacios. Cuando llegaba a Chimbote con el TURP representando a Vallejo, Antúnez o a Encinas, Julito siempre elegantemente vestido, ocupaba su palco preferencial, mientras los otros colegas del oficio, veían la TV.
Atravesó la cordillera blanca y llegó a Pomabamba y Piscobamba, Huari;  siempre animando a su AEPA  y estuvo en Casma, Caraz, Sihuas, Huarmey, Marca, Huari, Chiquián, Huaraz. Fue la figura emblemática de AEPA.
ES DE IMAGINARSE LA VIDA QUE LLEVABA, SIN RECURSOS Y LIMITADO FÍSICAMENTE. Como era un poeta bueno, Dios le dio la mano, porque como decía Facundo Cabral, “Dios al hombre lo quiere pero al poeta lo ama”.
La iglesia de Chimbote lo apapachó, por eso él siempre agradeció a los sacerdotes que le extendieron la mano hasta el final de su existencia. Lo vimos llorar, junto a nosotros, la muerte cruel de los padres Alessandri Dordi, italiano, Migue Tomaszek y Adan Strzalkoweski, polacos, asesinados salvajemente por las hordas de SL, con quienes platicaba. Recordaba  al Padre Luis Bambarén cuando le decía: “En Chimbote el niño es rey/ la niñez y la juventud/siempre son baluartes/ de vida y esperanza”. Para el Chimbote de sus amores escribió bellísimos poemas: “Playas que acaricia el alma y la vida / con ondas azules y traviesas/ gavioteas que dibujan inquietas/ anhelos de vida en su vuelo… De su amiga la  madre Peggy recordaba: “El dolor de vida comienza / cuando el hombre se va olvidando de ser niño”.
Y cantó Julio a la grandeza del mar, a su pequeña anchoveta, a San Pedrito el pescador, su Chimbote Oasis de paz, Caricia de Dios, Caminando en la nostalgia, Madre tierra y agradeció  al Hotel Casino San Felipe que hizo posible  la publicación de su  poemario “Playas de nácar y coral. Un canto lírico a Chimbote. Editado en el 2015, en cuya introducción  escribió:  “Del Perú, tierra milenaria de los incas/ lugar donde palpita el alma americana/  entre montañas, selva y mares/ con un abrazo de paz y armonía llega por todo el mundo/ nuestro canto de vida y esperanza/ rebosante de amor,  amistad y poesía”.    

Nuestro mejor homenaje será leer y difundir su legado literario. 

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