PROGRAMA 1326 DE VIERNES LITERARIOS / 5 DE MARZO 2021.- CENTRO DE OPERACIONES.- LIMA - PERÚ.
30 AÑOS RECONSTRUYENDO PERÚ…
(1991-ENERO-2021)
LIMA- PERÚ
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PROGRAMA 1325 DE VIERNES LITERARIOS /
26 FEBRERO 2021 / 7 p.m.
DESDE EL CENTRO DE
OPERACIONES VL (COVIL)
I PARTE:
RECITAL POÉICO:
SIXTO SARMIENTO
RUTH HUAMANÍ
ALEX EDUARDO CASTILLO
II PARTE
HOMENAJE PÓSTUMO AL
ESCRITOR NACIONAL
ENRIQUE LÓPEZ
ALBÚJAR
CON OCASIÓN DEL LV
ANIVERSARIO DE SU PARTIDA
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CONECTARSE A: http://viernesliterarios.blogspot.com
y
Facebook: Juan Fernando Benavente Díaz
PROGRAMA 1326 DE VIERNES
LITERARIOS
5 DE MARZO DE 2021
(CENTRO DE OPERACIONES /
COVIL / LIMA-PERÚ)
MCMXCI/MMXXI
EMPEZAMOS CON EL
PENSAMIENTO DE LA SEMANA:
“HE AHÍ LA DIFERENCIA:
MUCHOS VIVEN PARA COMER; ALGUNOS COMEN PARA VIVIR”
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EL RINCÓN DEL RECUERDO...
LIMA, 19 DE MARZO DE 2004.-
A LA VISTA EL OFICIO 033 CON EL QUE HIZO ENTREGA DE LAS MEDALLAS EN NOMBRE DE
LA MUNICIPALIDAD DE LIMA A LOS GANADORES DEL CONCURSO NACIONAL DE POESÍA,
CUENTO Y DRAMATURGIA “PREMIO 500VL”. GRATITUD
A DON EFRAÍN AGUILAR, QUE EN SU CALIDAD DE PRESIDENTE DE LA COMISIÓN DE CULTURA,
GESTIONÓ E HIZO ENTREGA DE LAS MEDALLAS. EL SALUDO VA POR SU ESMERO Y
COMPROMISO; NO OBSTANTE, HABERSE PRESENTADO ALGUNAS PIEDRAS EN EL CAMINO. SU
INTERVENCIÓN FUE OPORTUNA Y EFICAZ.
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GALERÍA 2021…
ORLANDO OCAMPO / IDER HUALINOS ROJAS / JUDITH
VERGARA / REYNALDO GUILLERMO RIVERA / QUISPEKANI / JUAN ECHEGARAY SOTO…
OBRA:
“EL PERRO PERUANO”
ARTISTA PLÁSTICO:
JUAN MILLA JARA
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MÚSICA Y/O RECITACIÓN:
HEYTHEN
SHIRLEY
JULIO HUMALA
RECITAL POÉTICO
SIXTO
SARMIENTO CHIPANA (Lucanas-Ayacucho-Perú)
Doctor en Educación, profesor en TECSUP y docente en la maestría de la
Facultad de Ingeniería Mecánica de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI).
Desde el 2015 forma parte del Comité Organizador del Festival
Internacional FIP Perú - Primavera poética. Ha participado en el V
Encuentro Internacional de Escritores en el Bío Bío en Chile (2019). Integra la
Asociación Cultural Cangallo Corazón, multilingüe pero un apasionado quechua
hablante. Columnista en el diario Expreso. Ha publicado los poemarios. “El
desaparecido” (1986), “Cantos del Silencio” (2016), “Lágrimas sin sombras”
(2016) y “Sindulia el Verbo” (2017), “En Voz Alta” (2019) y “Diario de un
indigente” (2020). Sus poemas han sido antologados en diversas muestras de
poesía.
CLAVO OXIDADO
Apenas se arrastra el viento
Voy corriendo tras él
Vengo escapando del vilipendio
De las punzantes piedras
Esparcidas en los caminos
Correr y correr
Mientras mi corazón cambia de ritmo
Y chirría un aullido de auxilio
Sí,
Vengo escapando
De las desvergonzadas rocas
Que me acosan con toda su furia
Busco alcanzar los pies del viento
Esquivo a duras penas su desprecio
Esquivo cada pesado golpe
De quien martillea fuerte
Para desaparecer las huellas profundas
del viento
De quien dinamita
Mis micrométricas esperanzas de poder
alcanzarlo.
Debo levantar la mirada
Para no perder sus rastros
Trenzar los restos de mi olvidado
orgullo
Para sonreír, uno a uno,
A los desalmados soldados que protegen
esta muralla
Por eso,
Pido perdón a las víboras salvajes
Por haberles hurtado
Su sagrado rito de preparar el veneno
Debo avanzar
Debo dar alcance
Por eso,
Me he disfrazado como un ser humano
Para jugar a ser amigos
Con quien me brinda su sonrisa
Llena de explosivos
He de salvar mi último aliento
Antes de que este se petrifique
Debo entregarle al viento
Los restos de mis versos destrozados
Debo entregarle al viento
Mi último aliento
Para ahogar esta pócima con que
piensas calmar mi sed
DESPERTARÉ
Será al atardecer
Cuando desmiembre a la lluvia
Untando su inocencia con mis yerros
Cambiándola su color al estrujar su
canto
Para, sintiéndome campo baldío,
lastimar su encanto
Será al atardecer
Cuando, burlándome de su sonrisa,
Siegue su mirada y tale cada piel de
sus gotas,
Hurtándole con alevosía su plácida tez
Para celebrar con mofa mi supremacía
frente a ella
Será al atardecer
El momento preciso para derrotarla
Hacerla correr, desmembrarla de las
nubes
Reír a carcajadas disfrutando de su
llanto
Para arrinconarla con menosprecio al
cobijo olvidado
Pero despertaré de esta pesadilla
Será al alba
Sí, para celebrar la lluvia e
irrigarme con tierra mojada
En calma, impregnar mis entrañas en
cada gota
Para, desesperado, buscar ser lluvia,
llover y vivir.
LLEGARÁS
Si miras la estela de la brisa
Desvanecerás la fragancia de la colina
Agazapada
Buscarás otra estrella en otros cielos
Si miras el aurea de la tenue lluvia
Iluminarás desesperada el aroma de las
rosas
En apremio
Implorarás por ayuda ante tu sonrisa
Eso de sonreír al viento
Hiere a las lágrimas en trance
Eso de danzar en otros cielos
Me invita a lindar tus ojos a los míos
Eso de garbear por refugio
Me alojará debajo de tu mirada
Eso de fantasear otra vida en tus
labios
Enmudecerán mis cánticos
Decidida
Vendrás por mí
Para deshojar la sombra de mis poemas
Para almidonar mis versos
Llegarás,
Será al atardecer
Será después que haya labrado tu
sonrisa
Para cantar a dúo
En la colina y en los otros cielos
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RUTH HUAMANÍ (Cangallo -Ayacucho - Perú)
Reside en la provincia de
Huamanga. Comunicadora Social, con estudios de maestría en Gerencia Social en
la Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga (UNSCH). Labora en una
Organización No Gubernamental que promueve proyectos en educación. Es
vicepresidente del Colectivo Indígena de Ayacucho, que integra a jóvenes que
promueven y difunden la cultura y los derechos de los pueblos indígenas.
También, es integrante de la Asociación de Escritores de Ayacucho – AEDA.
Coautora del libro “Ayacucho:
Mujeres Heroínas de la vida cotidiana en el siglo XX” (2006) y ha publicado el
poemario: “Luna Partida” (2020).
TRES NOCHES
Ahora que te has ido
Tres noches voy a llorarte.
Solo tres.
Es el derecho invocado a mi vanidad
Una noche por lo vivido
Una más por lo que no fue
Y otra, por si acaso
Me valiste la pena
La gloria
O algún recuerdo.
ANTUCA
Te miro desde mis éxodos, Antuca
Corres detrás de tus cabras
Como venada coqueta
Con el zigzag de tu falda colorada
Con tu rostro aromado del favor de los ‹‹Apus››
Y unos ojos dulces de manso colibrí
Que llevan la dureza del solsticio de invierno
Y la generosidad de la tierra.
Te veo correr, Antuca
Por las faldas de los cerros
Por las laderas abandonadas
Perturbada por los monstruos
Vástagos de la modernidad.
Te pierdes en el polvo blanco de indiferencias
Te escondes en el contraste del olvido
Y le tiemblas a esa bulla de las máquinas sin alma
A estos fierros andantes, de hechuras insulsas.
Te veo correr, Antuca
Despojada de tu risa
Desheredada de tu dignidad
Con tu cielo corrompido
Y tu alma de cadáver devastada
Pareces un mendigo con pena apenada
Con tus pies sometiendo a la prisa
En tus campos lánguidos y asolados.
Ya ni te hacen los caminos
Tus
‹‹ojotas›› terrenales.
Antuca, sigue corriendo
Resucítate como las flores silvestres
Sigue cantando tu eterna melodía
Depura tu aliento con aire extasiado
Fabrica el anhelo y la vida
Sálvanos la historia
La herencia
El alma.
TE
CONCEDO
Te concedo La dicha de invadirme como a tierra
fresca
Acabar como las flores que marchitaron
En los placeres consumados de tu lecho
Y lanzarme al precipicio de tu cuerpo.
Te concedo
La victoria sobre mí
Me arranco los ojos si quieres, y te los obsequio
Así, me concedes la desgracia de no verte
Y deleitarte al verme sollozar.
Si quieres, te entrego mi camino agobiado de esperas
ilusas
Que durante noches largas existieron como salvavidas
O mejor te entrego mi cuerpo, aunque de nada te sirva
vacío
Te concedo el poder de destruirme sin mis miedos
De verme temblar, entre los pasillos de tu olvido.
Te concedo
El placer de hundirme desde tus antojos
De hacerme y deshacerme como si fuera una escritura
De exhibirme solo a la noche como tu fascinante desliz
De hacerme grito inconfesable en tus manos que me
exploran.
Te concedo
El goce de hallarme en tu regazo
Para entregarte mis playas blancas de arena
Mi risa, mi boca, mis años… a mí
De pasearte en mis tormentos para hallar mis lluvias de
gracia
Justo allí, donde mi corazón agitado aún te late
amor.
Te concedo
La creencia de darle un nombre bonito
A esto que me duele y supera tu mísera existencia.
Te concedo
La valía de mis tristes sueños
Puedes andar sobre ellos
Pisotearlos si quieres con tu indiferencia
Abatir con tus arrebatos mi risa infantil.
Te concedo
El roce de mis manos tibias
Para regalarte un trozo de paraíso
O si quieres, mi secreto, mi piel, mis venas para
hacerlos gemidos.
Te concedo la gloria de proclamar tu triunfo
De que me poseas
De que... te amo, todavía.
Te concedo
Tu alma agitada sobre la mía
En una noche donde la memoria borre tu propio nombre
Y susurrarte suave al oído: ‹‹Anda, ríete
De mis debilidades y mis heridas infantiles
De mis defectos sembrados en la cuna
Hazte el conspicuo ante el mundo
Jáctate de tu dominio sobre mí››.
Y, aun así, concederte el gusto de verme rendida
A tu potestad imaginada... al engaño de tu corazón
Que de ignorancia ofenden y gritan con júbilo tu
cosecha
De verme derrotada suplicando penetrar en tu pecho
Y allí quedarme habitando.
Te concedo
El placer de verme vencida
A tus besos de dulzura artificiosa.
Te concedo
Esa nada que me queda
A ver si te sirve como premio
O mi cabeza turbada para que lo exhibas como tu trofeo
Y exaltes tu vanidad de someterme a ti solamente.
¡Oh, si te vieras! ¡Si te vieras en mis ojos!
Sólo eres ese barro, esa palabra
Un invento de ti mismo
Cuya existencia mísera e insulsa no te enaltece.
Por eso, te concedo la des-dicha de perder lo que no has
amado.
Y antes que la realidad nos alcance
Te concedo por última vez el atrevimiento
De emplear sobre mí las palabras más sublimes.
Anda, úsalas como tu magnífica arma
Y dispárame con tu menosprecio
Toma mi debilidad y profesa que eres el fuerte sobre mí
Y grita tu victoria al viento, tu extraviada vanagloria.
Ya que el tiempo se ha hecho nuestro enemigo
No te concedo ni la compasión
Huye tu ceguera por esa abertura corta por la que me
mirabas
La verdad se deja ver, invade tu pecho
Y pobre tu boca repite exhausto: ‹‹¡La he perdido, la he
perdido!››
Llévate a ti, que en mí ya has existido y has tenido
nombre:
Amor de mentira.
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ALEX EDUARDO CASTILLO (Callao - Lima - Peru)
TRANSCURRIR
Se apresa el tiempo en mis dedos
cuando los froto y me miran
Presa de mi sangre
la locura de esta sal que me asfixia
se amarga con la miel de un molesto panal
Esta careta que duerme junto a mi rostro
y su pesadilla desigual histérica
es blanca tormenta de luces oscuras
es queja blanda que hinca silencios
¡Ay! Hermana indiferencia dormida
entre la piedra y su piel
en piso volado donde vomitan los astros
La carencia roja oculta su vergüenza
entre mayúsculas que en pleitesía
se agachan ante el orgullo de mis poros
Dientes de luz. Haz blanco armonioso
brillando templados a la sombra
de sumergidos alimentos
Dónde se intriga se sacude
entre embrollos cáusticos de alientos
intermitentes
cuando ya tuerto el día se torna
sacrílega la hora y su noche
Este cansancio me ventila el alma
este sopor moja este arrebato
y esta pasión de ampliar al cielo
sataniza a mis dedos
Se distancia la espalda de mi pecho
y veo incendiarse el espacio
entre mis pasos y mis huesos
¡Oh! Lapso durmiente de tregua enamorada
¡Oh! Intervalo devoto d atroz
calvario
ciego despiste de huevos humanos
que luchan por romperse y enarbolarse
Hoy… que esta indiferencia
trepando a la luna se endereza
y este impulso indomable que me espera
desespera y me apura
a lanzarme al diario vacío
impulso de eje humano y corazón despabilado.
Entonces… enciende el frío su fuego
de llama húmeda entre turquesas
entre viaductos de sombras
y un dolor que ya sentí mañana
dolor de ego traidor idiota
tan mal conciliador tan mal consejero
nutre de pólvora su cuchillo alterado
¡Oh! Quietud salvaje de ruda simetría
el suspiro de la piedra aquieta
la lluvia de colores que tus ojos emprenden
entre órbitas rotas que agrietan al aire.
Este transcurrir se trenza
a la ilusión de la manzana
cuando el subconsciente del prado
se atemoriza
y solo caben en sus predios:
Bríos que refulgen entre miedos
¡¡Bríos que refulgen entre miedos!!
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A los 55 años de su partida…
HOMENAJE A ENRIQUE LÓPEZ ALBÚJAR
Nació en el pueblo de Pátapo, cerca a la ciudad de Chiclayo el 23 d noviembre
de 1872. Sus padres fueron: Manuel López Vilela y de Manuela Albújar Bravo, ambos de
ascendencia piurana. Su infancia transcurrió en Piura y Morropón, por lo que se consideró siempre piurano. Cursó sus
estudios primarios en diversos planteles de Piura, y los secundarios en Lima,
primero en el Liceo Preparatorio Marticorena (1886-1888), y luego en el Colegio Nacional Nuestra Señora de Guadalupe (1889-1890).
Ingresó a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, donde cursó Derecho. Simultáneamente
se dedicó a la política y al periodismo, escribiendo valientemente, en prosa y
en verso, contra el militarismo imperante entonces en la política de los años 1890 (gobiernos de Remigio Morales
Bermúdez y Andrés A. Cáceres). Junto con José Santos Chocano y Mariano H.
Cornejo editó el semanario La Cachiporra. También colaboró
en La Tunda de Belisario Barriga, donde publicó unos versos
contra el general Cáceres que le acarrearon un juicio, del que resultó
absuelto, ante los aplausos del público (1893). Sin embargo, nuevas osadías
poéticas le valieron una prisión entre octubre y noviembre de 1894. Gracias a
las influencias de su padre obtuvo su liberación. Al año siguiente publicó su
primera obra literaria: Miniaturas, libro de poemas, en
colaboración con Aurelio Arnao. Se trataba de breves semblanzas de bellas damas
de la alta sociedad limeña, acompañadas de sus fotografías (1895).
Influenciado por la prédica de Manuel González Prada, manifestó un gran afecto hacia lo
indígena, así como repulsión por el caciquismo y el feudalismo.1 En 1898 presentó su tesis universitaria que versaba
sobre «La injusticia de la propiedad del suelo», que fue rechazada al ser
considerada subversiva. Finalmente, se graduó de bachiller en Derecho con la
tesis «¿Debe o no reformarse el artículo 4º de la Constitución?» (1900).
Regresó a Piura, donde se recibió de abogado ante la Corte Superior de
Justicia (1901). Se enroló en el Partido Liberal de Augusto Durand y fundó en Piura el comité local
partidario, en 1904. Desde este año, hasta 1908, editó el semanario El
Amigo del Pueblo, en cuyas páginas hizo una campaña contra el gamonalismo
(latifundismo).3 Para combatir esta prédica agitadora, el prefecto de
Piura, Germán Leguía y
Martínez, fundó en 1905 El Sol, periódico conservador que no consiguió
neutralizar la popularidad que alcanzó El Amigo del Pueblo entre
las masas desposeídas.1 Su militancia en el Partido Liberal duró hasta 1911.
Entre 1911 y 1913, actuó, por breves lapsos, como juez interino en Piura y
Tumbes. En 1916 fue abogado de los huelguistas de Talara y Negritos. Colaboró
por entonces en diversos periódicos de Piura, en los que publicó varios
cuentos, que póstumamente serían recopilados.6 Fue también profesor de Historia en el Colegio Nacional
San Miguel de Piura.
En julio de 1916, Augusto Durand lo llamó a Lima para que ejerciera de
redactor-jefe del diario La Prensa. Tras seis meses de desenvolver esta
labor, solicitó del presidente José Pardo y Barreda un cargo judicial, que le fue
concedido, dedicándose desde entonces de manera permanente a la magistratura.
Fue juez de primera instancia en Huánuco (1917-1923), y luego en Piura (1923-1928). De su
experiencia en la judicatura de Huánuco nacieron sus Cuentos andinos, que escribió aprovechando una
suspensión de tres meses en su cargo de juez, a raíz de una sentencia suya en
la que absolvió de la acusación de doble adulterio a un hombre y una mujer
(aduciendo que el amor debía ser libre). Dicha obra se publicó en 1920 y que
mereció una segunda edición en 1924, marcando el inicio del nuevo indigenismo,
distinto al del siglo XIX.
Pasó luego a ser vocal de la Corte Superior de Lambayeque (1928-1931) y de
la de Tacna (1931-1947), hasta su jubilación. En el ínterin siguió publicando
otras obras, entre las que destacan De mi casona (1924), Matalaché (1928) y Nuevos cuentos
andinos (1937).
Fue reconocido con el Premio Nacional de Novela, la Medalla del Congreso y
el título de Doctor Honoris Causa de la Universidad de San Marcos, entre otras
condecoraciones. Ya convertido en todo un patriarca de las letras peruanas,
falleció en Lima, a la avanzada edad de 93 años.
Inicialmente, escribió cuentos de carácter modernista y
generalmente fantásticos, publicados en la prensa. Como resultado de su estancia en
Huánuco como juez de primera instancia, en 1920 publicó Cuentos andinos, obra que marcó el nacimiento de un
nuevo indigenismo. La fuente de su inspiración fue
precisamente los casos judiciales protagonizados por indígenas del más
variopinto tipo. Narra muchas veces historias violentas, siguiendo el estilo real-naturalista,
dando a conocer al indio como primer personaje, sin el tratamiento paternalista
como había ocurrido en el pasado, sino como verdadero ser humano, resaltando
sus virtudes, sus vicios y, sobre todo, su humanidad. En ese sentido se
diferencia del indigenismo del siglo XIX, el de Narciso Aréstegui y Clorinda Matto
de Turner. Escritores posteriores como José María Arguedas le achacaron tener la visión
deformada del juez que sólo conoce a los indios sentados en el banquillo de los
acusados, pero a su favor está el hecho que esa visión era parte de la realidad
que conocía y que escogió libremente, aunque fuera solo una visión parcial y
quizás hasta prejuiciosa. Por eso, tal vez, a diferencia de otros narradores,
en la obra de López Albújar no es la fuerza de la naturaleza, ni la opresión de
los indios, los asuntos que aparecen en primer plano: es la psicología de los
personajes, la naturaleza trágica de los acontecimientos.8 Cuentos andinos atrajo la atención de
críticos europeos, como Miguel de Unamuno, que celebró los relatos.
En 1924, publicó De mi casona, uno de sus más hermosos libros, donde
narra los recuerdos de su infancia en Piura y donde también se vislumbra el tema social.
En 1928 publicó la novela Matalaché, de carácter naturalista, sobre un
tórrido romance entre una criolla y un esclavo mulato en las postrimerías de la colonia. El mismo
autor consideró a esta novela como retaguardista, en contraposición
del vanguardismo entonces vigente, cuya trama nos
sitúa en una hacienda productora de jabón al norte de Piura, a inicios del
siglo XIX. Aquí adquiere gran relevancia el personaje afroperuano. La novela denuncia el esclavismo y la
discriminación sexual, y propone la tesis de que solo la pasión amorosa puede
sobrepasar las barreras de las diferencias sociales y raciales.
Sus siguientes obras narrativas fueron: Nuevos cuentos
andinos (1937), continuación de los Cuentos andinos tanto en el estilo
como en los caracteres; y El hechizo de Tomayquichua (1943), novela costumbrista ambientada en el valle de Huánuco.
Tras haber sentado las bases del indigenismo, en los años 1950, terminó escribiendo cuentos realistas
de temática urbana, que aparecen en su libro Las caridades de la señora
Tordoya (1955).
Obras:
Narrativa
·
Cuentos andinos (1920), De mi casona (1924),
Matalaché (1928), Nuevos cuentos
andinos (1937), continuación de Cuentos Andinos. El hechizo de
Tomayquichua (1943), Las caridades de la señora Tordoya (1955),
La mujer Diógenes; Cuentos de arena y sol; Palos
al viento (1972), La diestra de don Juan (1973).
Poesía[
·
Miniaturas (1895), en colaboración con Aurelio Arnao, De la
tierra brava (1938), Lámpara votiva (1964).
·
Otras:
·
Calderonadas (1929), Los caballeros del delito (1936),
Memorias (1963).
Es escritor Enrique López Albújar,
falleció en Lima el 6 de marzo de 1966.
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ESTIMADOS AMIGOS, MUCHAS
GRACIAS POR SU FINA ATENCIÓN Y LOS ESPERAMOS EN EL SIGUIENTE PROGRAMA 1327 DE VIERNES LITERARIOS /
12 DE MARZO 2021 / 7 P.M.
I PARTE
RECITAL POÉTICO:
ISABEL MATTA BAZÁN
MARINO LÓPEZ RUIZ
II PARTE
Presentación del Libro:
“REVOLUCIÓN CALIENTE”
de
RODOLFO YBARRA
III PARTE
HOMENAJE AL ARTISTA
PLÁSTICO
JOSÉ SABOGAL
_____MÚSICA:
SHIRLEY______
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TELF. 995280789
Facebook: Juan Fernando Benavente Díaz
e-mail: viernesliterarios@hotmail.com
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AL HOMBRE -
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